La fotografía durante el Imperio de Maximiliano
Autor: Arturo Aguilar Ochoa
Número de Páginas: 200
Al mediar el siglo XIX, la fotografía mexicana era una actividad que no gozaba del espacio social que toda forma cultural necesita para desenvolverse: emancipada apenas de la primera impresión que produjo--semejante, en más de un sentido, a la que causó el cinematógrafo medio siglo más tarde--pero aún lastrada por obstáculos técnicos que impedían el registro instantáneo y la reproducción masiva, no era fácil augurarle un futuro promisorio. Vino la guerra, sin embargo, y la gran historia desbrozó el campo a la fotografía. En el punto culminante del conflicto interno que sacudió a México entre 1854 y 1867, la propaganda recurrió, por primera vez, a la "objetividad" fotográfica para legitimar su discurso. La imagen del archiduque Fernando Maximiliano de Habsburgo no fue nunca, en consecuencia, simplemente una imagen. A la hora del establecimiento del imperio, en 1864, sirvío para convencer, para deslumbrar; para sacralizar. Y en la hor de su fracaso, en el Cerro de las Campanas, denunció y documentó el crimen del liberalismo regicida. Entre estado dos momentos--a causa de estos dos instantes--, la fotografía hecha en nuestro país sufrió una honda...