
Las ideas anarquistas se difundieron por la comarca del Poniente almeriense durante la década de los setenta del siglo XIX. Duramente reprimidas por los gobiernos de la Restauración, las organizaciones libertarias llevaron una existencia precaria hasta comienzos del siglo XX. La proclamación de la Segunda República fue acogida con desconfianza aunque el periodo republicano supuso la legalización y un enorme crecimiento de las organizaciones sindicales de signo revolucionario. Los anarcosindicalistas se disputaron la influencia sobre el proletariado almeriense con comunistas y socialistas pero fue el golpe militar de 1936 lo que llevó a un crecimiento exponencial de su militancia que se hizo con el control de una pequeña parte de los comités revolucionarios primero y de las corporaciones municipales después y puso en marcha una serie de colectivizaciones. El final de la guerra supuso la desaparición del movimiento libertario organizado. Sus dirigentes fueron fusilados, encarcelados o tuvieron que marchar al exilio en Argelia, donde acabaron en campos de concentración durante el régimen de Vichy. Habrá que esperar a la Transición para que la CNT vuelva a organizarse en ...
Esta es la historia de un fracaso. Impulsados por un determinismo científico que daba su victoria por segura, los comunistas se propusieron asaltar los cielos, crear una sociedad y un hombre nuevos sin injusticias y sin relaciones de dominación. Procedían del proletariado, la clase de sufrimiento universal, la que lo producía todo sin tener nada, la que, según los profetas de la Internacional, estaba llamada a acabar con la burguesía y a construir un mundo sin explotadores ni explotados. En una tierra inhóspita y pobre, sostenidos por una ideología que les prometía el aquí y ahora de un paraíso inminente, intentaron dejar de ser víctimas de la historia para erigirse en protagonistas. Tras atravesar décadas de miseria, cárceles y humillaciones, los dirigentes comunistas comenzaron a ser conscientes de su poder durante los años treinta. Hablaban entonces de una revolución que no estaban en condiciones de acometer pero que sirvió de coartada para la reacción de esa burguesía a la que se proponían destruir. El final de esta historia es de todos conocido. Los comunistas acabaron fusilados, en la cárcel o en el exilio. Los que creyeron escapar a la venganza...
El obrerismo consciente. Almería 1903-1923, es una obra que se adentra en la historia social de Almería en el primer cuarto del siglo XX. Pretende acercarse al estudio del movimiento obrero, centrándose en los procesos de creación de sociedades, no sólo de resistencia sino también de otros tipos como las de socorros mutuos, que fomentan la conciencia de los trabajadores y sirven como vehículo de aprendizaje de convivencia social. La extensión del societarismo por la provincia y las movilizaciones que llevan a cabo los obreros vertebran esta obra, haciendo hincapié en los diferentes tipos de protesta que tienen lugar en estos años en Almería. Por una parte, la persistencia del motín espontáneo liderado fundamentalmente por mujeres, y por otro lado formas de movilizaciones modernas como son las huelgas organizadas y planeadas por las sociedades de resistencia y los sindicatos. Especial importancia tiene en esta obra la cultura obrera, la forma en que los obreros se relacionan entre ellos y eligen sus lugares y sus símbolos, que los diferenciarán de la burguesía. Para sus sociedades elegirán nombres como El Progreso, La Igualdad o La Luz del Obrero, que aluden a los...
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